Fin de fiestas
GETAFE/ 17 JUNIO 2019/. Atrás quedan ya momentos como ese paseíllo protagonizado por la Banda de Música antes de dar su pregón; esos conciertos en los que disfrutamos de los lindo junto a los amigos o ese bocadillo en la feria acompañado de una cervecita bien fresquita. Acaban las fiestas y los getafenses dicen adiós a dos fines de semana repletos de propuestas para no quedarse en casa.
Llenazo el que firmaron Café Quijano, Azúcar Moreno o Medina Azahara. El tiempo acompañó, a pesar de que la patrona de los getafenses había salido de su ermita. Por suerte, la lluvia no hizo acto de presencia. Con ganas empezaron los festejos los getafenses llenando las calles, las plazas y el recinto ferial que este año traía dos novedades. Los vasos reutilizables en sus casetas y unas horas de atracciones sin ruido para el disfrute de las personas con autismo. Dos nuevas iniciativas muy aplaudidas y que resultaron ser todo un acierto por parte del Consistorio.
Como lo fue la jornada del lunes, día festivo local y que se quiso centrar en el disfrute de los más pequeños. Juegos en el parque de San Isidro, teatro y música. Las familias llenaron el centro de la ciudad. Un día antes, salieron a la calle para disfrutar de la Carrera de Auto Locos, con un alto nivel de los participantes, que este año contó con un desafortunado incidente: uno de los vehículos se golpeó contra las vallas protectoras tras saltar una rampa lo que provocó que varias personas del público, entre ella un menor, resultaran heridas leves. Por suerte, todo quedó es un buen susto.
Y entre la feria, los paseos en la noria, la limonada y el cañeo por las casetas y los bares del centro, en los que hubo algún altercado el primer fin de semana cuando varios descerebrados hicieron que cundiera el pánico al arrojar varias botellas al aire en el entorno de la plaza de Escolapios, transcurrió la semana. El espectáculo piromusical en el lago del Parque de la Alhóndiga volvió a congregar a centenares de personas. Al igual que los conciertos de Efectos Pasillo o Danza Invisible que llenaron su recinto, como lo hicieron Danny Romero y Rassel ante un público joven entregado.
Las carrozas, este año acompañadas por artefactos flotantes llenos de aire que hicieron las delicias de grandes y mayores, endulzaron las calles a su paso la noche del sábado. La quemá de la chamá puso el punto final a estos festejos a los que los getafenses dijeron adiós alrededor del fuego. Nuestra Señora de los Ángeles ya descansaba en su ermita. Fin de fiesta y a pensar en las próximas. ¡Ya queda menos!