Tres trabajadoras del CEE Santiago Ramón y Cajal imputadas bajo sospecha de malos tratos a un niño con autismo
Los padres de un niño denunciaron al centro por trato vejatorio tras realizar grabaciones ocultas con un dispositivo oculto entre las ropas del menor
GETAFE/ 19 ABRIL 2018/. El día de ayer todos los medios nacionales se hicieron eco de una noticia aparecida en la Cadena Ser, sobre la imputación de tres trabajadoras del colegio público de educación especial Santiago Ramón y Cajal de Getafe, por un posible caso de malos tratos a Eduardo, un niño de ocho años con autismo, que cursaba 1º de Educación Primaria en el centro. Los hechos se remontan a las tres semanas del inicio del curso. Los padres de Eduardo empiezan a detectar un comportamiento anómalo en el niño, coincidiendo con el comienzo de las clases en el centro: ansiedad angustia y agresividad. Además, el niño insistía en no ir al colegio. Fue en ese momento en el que los padres decidieron realizar grabaciones, mediante un dispositivo oculto en las ropas de su hijo.
Durante cuatro días, hasta que la grabadora fue descubierta por el personal del centro, pudieron recabar audios que revelaron indicios de un trato degradante dispensado por parte de las tutoras: inmovilizaciones, amenazas del tipo «te van a pinchar en el culo», burlas como «¿le vas a contar a mamá esto también?», o alusiones despectivas como «es más vago que la chaqueta de un guardia». Entre muchas otras evidencias, en los audios también se presumen castigos en un pasillo, lo que los padres entienden «actitudes fuera de los protocolos de un colegio de educación especial».
Ante esta situación, deciden que Eduardo deje de acudir al colegio, y el menor termina ingresando en el hospital Niño Jesús, donde permanece quince días y sale en tratamiento con medicación. En este momento ya se encuentra escolarizado en otro centro.
Denuncia e imputaciones
Los padres denuncian al colegio en los Juzgados de Getafe (Juzgado de Primera Instancia número uno), por un trato degradante e incluso jocoso hacia su hijo. A consecuencia de la denuncia, declaran ante el juez la tutora, una profesora y una auxiliar de enfermería del centro. Las tres alegan que siguen indicaciones del protocolo, pero el asunto, aparte del trato vejatorio que aportan los audios grabados y aportados al sumario, se centra sobre todo en las «medidas de bloqueo», de las que los padres aseguran que en ningún momento fueron informados y si son estas un caso aislado en el centro.
Las tres trabajadoras son imputadas por presuntos delitos de acoso, trato degradante y lesiones psicológicas.
Reacciones de la Conserjería de Educación
La Conserjería de Educación, que en un principio actúo, previo a la denuncia, abriendo un expediente de absentismo escolar, de momento mantiene prudencia en el caso. La Inspección Educativa de la Comunidad de Madrid sí ha abierto un expediente para revisar la situación de las tres imputadas. Por tanto, la Conserjería de Educación esperará a la resolución judicial o el dictamen de la Inspección Educativa para saber qué medidas tomar, que pueden suponer apartarlas o suspenderlas de sus funciones.
Por otro lado, hoy, la asociación Afanya TGD (asociación de familias de niños y adultos con trastorno generalizado de desarrollo) de Getafe, mediante un comunicado, ha solicitado la dimisión de la dirección y de la Junta Directiva del AMPA del colegio, apoyándose en su inacción, y en que han recibido más quejas de otros padres y madres que podrían haber detectado comportamientos similares en sus hijos.