Preso en una cárcel de Perú. Un testimonio real
Carlos estuvo preso durante 5 años y ocho meses en una cárcel de Perú; Hoy el testimonio real de un Español que truncó su vida por un viaje que jamás olvidará.
Con este relato no pretendo buscar una justificación al error que cometí, ni mucho menos, nadie me obligo de ninguna manera ha hacer ese viaje sin retorno, a hipotecar mi vida, a abandonar a mi familia, a romper todos mis sueños de la forma más cruel, no, solo yo solo fui el del error.
Tanto a mi como a los otros ciento cinco compatriotas con los que conviví en estos últimos seis años , nos ofrecieron este maravilloso empleo del cual vas a disfrutar de él estando de vacaciones. ¡¡ bingo ¡¡ y con un sueldo que más de un ejecutivo quisiera 10.000 euros por una semana de relax.
En el momento en el que aceptas el trabajo eres consciente de los riesgos que conlleva algo así, de lo que no eres consciente es de las consecuencias que acarrea; y no lo haces por tus necesidades, o porque quieres cumplir un sueño, o porque quieres pagarle la universidad a tu hija, las historia son múltiples pero el final es el mismo, sueños rotos, vidas destruidas, familias separadas…….
El trabajo en cuestión es el transporte de droga desde un país de Sudamérica hacia Europa o Asia.
El catálogo es variadisimo, pero nada se deja al azar, todo está cuidadosamente estudiado, todos y cada uno de los pasos a seguir, hasta lograr el objetivo – coronar en la jerga del negocio – desde el momento de la captación que puede ser en cualquier ambiente o clase social, no se hacen distinciones, la meta es la misma y lo más importante es llegar a su fin cueste lo que cueste y caiga quien caiga, los riesgos son mínimos y las ganancias cualquiera se puede hacer una idea.
Así que me dije que no tenía nada que perder, y mucho que ganar ¡ Que idiota, que entupido, que ignorante…. ¡ tendría para cubrir mis gastos y los de mi familia para unos meses y así darme un margen para conseguir un empleo digno y no tener que depender de nadie.
Y de nuevos empezaron a aparecer las señales, pero esta vez de forma abrupta y una vez seguí ciego, no logre ver el peligro que tenía delante ( 10.000 Euros por una semana de vacaciones y de lo único que me tenía que preocupar era de relajarme y disfrutar porque mi vida estaba resuelta al menos para los próximos seis meses. ¡Que iluso!